sábado, 20 de octubre de 2007

Un rayo de sol

Soy profesor. De secundaria. Y de inglés. ¡Qué bien!
El año pasado concursé para cambiar de comunidad autónoma. Llevaba cuatro años en un centro estupendo, con unos chavales y unos compañeros estupendos, pero estaba lejos de casa y tenía ya ganas (necesidad) de acercarme. Levaba cuatro años ajeno a lo que significaba el estrés, sin afonía, durmiendo todas las noches como un lirón. He vivido cuatro años soleados, en una especie de Arcadia laboral, un poco ocioso, (casi) medio drogado; se me estaba quedando el careto como al del que mira a la derecha en el manido y requetevisto cuadro de Manet*.


Sí, una cosa así.
Pero pedí traslado, un poco al tun tun, la verdad. Y me lo dieron...
Y aquel rostro se desdibujó, como si un salvaje hubiese entrado en el museo d’Orsay con un bote de aguarrás dispuesto a borrar de la historia del arte tan hermoso (y controvertido) lienzo.
Y ahora me encuentro trabajando en el lado oscuro, en una arista del sistema educativo, y puedo asegurar que me está costando el sentido del humor y un poquito de salud.

Ya iré contando aquí algunos de los episodios más flamencos del día a día salvaje en el que hallo inmerso que imagino que a los que os dediquéis a la docencia os resultarán familiares.

Pero como el objetivo que me he marcado con este blog es terapéutico (a la vez que divulgativo) empezaré con un soplito de alegría: una mañana, conduciendo hacia el trabajo, con el habitual nudo en el estómago, pensando en qué sería lo que iba a depararme la jornada, sonó esta coplilla de facto delafé y las flores azules en el equipo de la xsarita (mi coche) y, de pronto, el aire que respiraba me pareció más fresco, se me dibujó una sonrisa y un rayo de sol se abrió paso entre las tinieblas que coronaban, a lo lejos, las torres de viviendas de protección oficial de la barriada.

Sólo me queda agradecerles a estos tres catalanes - copiados incluso por el diario el país en sus anuncios televisivos - el cable que me echaron ese día con su canción.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que pronto tu cara repuere la expresión de este citado personaje de Manet y que no tengamos que leer demasiados episodios "flamencos". Un abrazo.

Anónimo dijo...

Espero que sigas encontrando esa canción, esa palabra... que a veces nos hacen traspasar el lado oscuro aunque sea fugazmente.
Los de la Arcadia laboral te echamos de menos y confiamos plenamente en ti, cuestión de tiempo aprender y convivir con estas nuevas situaciones
Un abrazo

Bahnhof dijo...

Gracias por vuestras palabras a ambos: a j. ángel por las sobremesas de minijuegos y youtubes que me hacen olvidar arrayanes por un ratito; a otta por ese optimismo soleado y malagueño que te caracteriza y te protagoniza. Otta! pásale la dirección del blog a ana pereiro (que msn me dice que su dirección no existe)y a teo.
Besos